El interés de cultivar plantas en granjas verticales interiores no deja de aumentar. Sin embargo, numerosos inversores que creyeron que bastaba con comprar un pabellón vacío y enchufar unas cuantas lámparas LED de cultivo para obtener lechugas perfectas y hacerse ricos se llevaron un chasco. A continuación, el experto en agricultura urbana Roel Janssen presenta algunas de las claves que se han extraído de estas experiencias para conseguir que un proyecto de granja vertical produzca los resultados esperados.

Lo más importante al iniciar una instalación de una granja vertical de interior es contar con un agricultor que sepa cultivar plantas en este tipo de entornos. Las nuevas tecnologías (de sensores) y el IoT (Internet of Things) ofrecen grandes oportunidades para la agricultura vertical de interior. Sin embargo, sin esa persona, nadie conseguirá sacar el máximo partido de la explotación. Aunque se utilicen envases maravillosos y herramientas de marketing atractivas, es el propio producto el que determinará el resultado. Dicho esto, vamos a enumerar algunos de los factores más importantes que pueden determinar el éxito o el fracaso de la inversión en una granja vertical:

Al estudiar cómo extraer la máxima rentabilidad de una inversión en una granja vertical, dedicamos mucha atención a crear unas instalaciones que permitan obtener el máximo rendimiento de los cultivos (medido en gramos) utilizando la cantidad de luz idónea (medida en moles). El motivo es que las luces LED para cultivos constituyen uno de los principales gastos, tanto de la infraestructura como de la explotación, de una granja urbana. Partiendo de este concepto, a continuación aportamos algunas recomendaciones valiosas para aumentar los gramos por mol. La información se ha obtenido de un estudio realizado en el GrowWise Center de Philips, así como de proyectos comerciales estadounidenses, japoneses y europeos.

Un aspecto que muchos nuevos agricultores verticales pasan por alto al crear un entorno de cultivo de interior es el mantenimiento de las mejores condiciones climáticas. Si suponemos que el 50% de la alimentación eléctrica aportada se convierte en luz, el 50% restante se convierte directamente en calor. Aunque un flujo de aire correcto puede mitigar este efecto, también la luz absorbida por el cultivo generará calor de manera indirecta. El cultivo suele evaporar agua a la atmósfera para liberarse de este calor y, en este proceso, aumenta la humedad del aire. Para mantener controlados estos niveles en ascenso de humedad y temperatura, la granja vertical debe contar desde el principio con un buen sistema de ventilación y gestión del aire. No instalar desde el principio un sistema adecuado de climatización y gestión del aire no solo reducirá la producción, sino que también generará más costes y problemas para corregir las ineficiencias en un momento posterior. 

Una vez que tenemos un clima adecuado, ¿cómo conseguimos que genere la máxima producción? Hemos realizado cientos de proyectos de investigación sobre el cultivo de plantas en interior centrándonos en el rendimiento y en conocer la intensidad lumínica óptima para cada tipo de cultivo o variedad. Sin embargo, el rendimiento no siempre es el factor más importante y vital. Por ejemplo, vamos a fijarnos en la lechuga de hoja de roble. Cuando esta lechuga se cultiva en el campo, se vuelve roja a causa del estrés provocado por el sol o los cambios marcados de temperatura. Por ello, suele obtenerse una producción menor de esta variedad que de su hermana verde. Cuando esta misma variedad se cultiva en interior, no se consigue apenas la coloración roja, debido a la ausencia de luz UV. No obstante, se desarrolla más rápidamente y con frecuencia su crecimiento es semejante o incluso superior al de la versión verde. En el GrowWise Center de Philips tenemos cuatro expertos botánicos que desarrollan lo que denominamos recetas de luz y crecimiento para distintos cultivos específicos. A partir de sus estudios, hemos desarrollado una receta especial de iluminación que nos permite obtener la coloración roja de la lechuga de hoja de roble en solo tres días a partir de la planta verde. Los agricultores pueden cultivar una gran roseta de lechuga verde siguiendo su ciclo de crecimiento normal, aplicar esta receta de iluminación a modo de tratamiento antes de recolectarla y obtener un cultivo de gran calidad con un rendimiento muy superior y el aspecto correcto. En colaboración con empresas de fitomejoramiento, contribuimos a seleccionar y desarrollar variedades que nos permitan ayudar a los agricultores a diferenciarse aún más por el sabor, la calidad o el color.